Viernes 16 de noviembre de 2012, son las 18:00, acabo de llegar a
Málaga desde Granada, y en 10 minutos he
de coger otro autobús. Destino: Coín. ¿Qué hay allí? Para ser sincera, aún no
lo sé, es el punto de encuentro, pero ni siquiera sé con quién o con qué me encontraré. La incertidumbre no viene mal,
lanzarse a la aventura es bueno de vez en cuando, aunque ya ha anochecido y
errar el destino puede ser menos que agradable.
Al final, todo transcurre sin problemas,
llegada a Coín y en sólo 5 minutos, gracias a la amabilidad de los lugareños,
consigo dirigirme al lugar de encuentro: Instituto Licinio de la Fuente. Allí tendrá lugar a las 19:30 una charla
informativa sobre Actuaciones de Reforestación en la Zona Incendiada. Hay
bastantes carteles informativos colocados por todo el pueblo, y eso muestra una
preocupación general y fuertes ganas de ayudar. Asistencia de los vecinos de
Coín y de los alumnos de la E.T.S.A. de Granada…, empezamos a hacer amigos.
En primer lugar
interviene Óscar Gavira, botánico y biólogo de la Universidad de Málaga, gran
conocedor de los ecosistemas existentes en la Sierra Alpujata (la más afectada
por el incendio), y del valor ecológico de la misma, ya que en ella conviven
diversas especies, tanto animales como vegetales, algunas de ellas únicas y
exclusivas de esta sierra, y cualquier asentamiento humano podría alterarla,
dado que es muy vulnerable.
A continuación,
Bartolomé Briales, trabajador medioambiental, que conoce el territorio como la
palma de su mano, nos cuenta de primera mano las causas y consecuencias del
incendio. Su intervención es de gran importancia, pues nos hace ver que hay un
equilibrio muy sutil en la sierra que una vez roto no podemos reponer, así que
hay que calmar un poco las ansias por reforestar y dejar antes que sea el monte
el que nos indique cuál es la mejor forma de ayudarle a recuperarse.
Finalmente, para
cerrar esta reunión, interviene Salvador Sánchez, Presidente de la Asociación
Jara, quien expondrá las actividades de voluntariado de la asociación, que se
encarga entre otras cosas de, en colaboración con otras asociaciones, coordinar
a los vecinos de los diferentes municipios afectados, para conseguir de esta
forma un voluntariado organizado y eficaz. El primer paso de este largo camino,
empezar en casa con la iniciativa “Pon un vivero en tu balcón”. Para ello está
previsto un taller de formación de los voluntarios el domingo 25 de noviembre;
de esta forma, cada vecino plantará en su propia casa las especies vegetales
propias del clima mediterráneo, algarrobos y madroños, que posteriormente serán
replantadas en el monte.
replantadas en el monte.
Pues nada más,
una vez acabada la reunión, intercambiamos direcciones de correo y buscamos un
lugar para cenar… al final acabamos cenando juntos los alumnos de Arquitectura
con los conferenciantes. Un rato agradable de charlas e intercambio de ideas
alrededor de unas pizzas, al final un chupito de despedida, y nos separamos
prometiendo seguir en contacto.
Última parada, la Granja-Escuela de Entrerríos en Mijas, donde pasaremos esta noche y la del sábado. ¡A descansar!
Sábado 17 de noviembre de 2012, amanece en Entrerríos (Mijas), y entre
el canto de los gallos, el repiqueteo de la lluvia y el olor a pan recién
tostado vamos despertando y espabilando poco a poco.
A las 9:30,
tras un desayuno de tostadas infinitas, nos dirigimos a un taller de juegos de
la granja-escuela, tranformado para la ocasión en una sala de reuniones. Allí
nos esperan los componentes de la Asociación Ecologistas en Acción de Mijas, para
asistir con ellos a un taller impartido por Jesús Guzmán. Se trata de un taller
sobre los incendios, el “después de” y, lo más importante, es un taller para
empezar a hablar de tareas de reforestación y recuperación del monte. Lo
imprescindible es hacerlo de forma coherente, organizada y responsable.
Nosotros, como futuros arquitectos que somos (o eso esperamos), nos ofrecemos a
hacer el trabajo técnico-cartográfico, que esperamos que pueda ayudarles.
Después del
taller deja de llover y comienza a salir el sol, por lo tanto
es el momento de partir de excursión hacia la zona del monte Camorro, para
realizar una visita de campo a los lugares incendiados y vivir en primera
persona la situación en el monte tras el paso del fuego. Guiados por el biólogo
Francisco J. Pérez Sánchez, realizamos una ruta a pie que nos permite analizar
las zonas devastadas, las que empiezan a tener rebrotes de un verde intenso, y
las que aún no han comenzado a recuperarse.
Resulta chocante
la imagen de tantos árboles con el tronco calcinado, de color negro a causa de
la ceniza que mancha nuestras manos, y al mismo tiempo con unos
rebrotes de un verde fosforito, casi radiactivo, como un desafío que pretende
devolver el color y la vida a este sitio que se ha vuelto yermo y sombrío. Nos
damos cuenta de que hay mucho que hacer, pero también sentimos que merece la
pena, y que ningún paso hacia delante será dado en balde.
A la hora de
comer, volvemos a reunirnos en una venta cercana con Ecologistas en Acción para
compartir mesa, risas e impresiones. Tras la sobremesa, que se alargó puesto
que nos sentíamos como en casa, volvimos a nuestra Granja-Escuela, llenos de
barro hasta las rodillas, pero contentos y llenos de ideas y posibilidades.
Antes que nada, reunión en la Granja. Vamos sembrando las mesas con los portátiles,
las cámaras, los cuadernos… Reunidos en torno a un proyector, vemos todo el
material que ya tenemos, intercambiamos impresiones, sensaciones, ideas, en una
especie de “brainstorming” que no termina, porque nuevas ideas siguen
surgiendo, complementando a las anteriores. Conclusión: hay que repartir
trabajo, iremos elaborando cosas por grupos para no dejar nada en el aire.
Empieza a
anochecer, y lentamente, de forma sutil, empiezan a desaparecer los ordenadores
y los bolígrafos, que van siendo sustituidos por tortillas de patatas,
empanadas, frutos secos, embutidos…., ¿y de beber? Refrescos, por supuesto, y
algo de zumo los más atrevidos… bueno, al menos eso me pareció a mí. La jornada
es larga y da para mucho, ahora toca relajarse un poco entre compañeros. Mañana
será otro día.
Domingo 18 de noviembre de 2012, comienza nuestro último día de Workshop
con un desayuno poco multitudinario. La mayoría prefieren sacrificar las
tostadas y apurar hasta el último minuto de sueño. Mientras tanto, la lluvia no
descansa. Cualquiera diría que alguien tira cubos de agua desde arriba… Nos
planteamos qué hacer con la visita de campo a la zona de la sierra que da a
Ojén y el alcornocal de Elviria que teníamos programada.
Finalmente,
aunque la lluvia no remite, tomamos la determinación de subir en los coches
para al menos tener una visión general de la sierra, rodeándola, ya que la
posibilidad de una excursión a pie parece haberse esfumado tras la cortina de
agua.
Nos detenemos en
un lugar en plena sierra junto a Ojén. El paisaje, espectacular a pesar de
todo. A un lado vislumbramos el monte quemado, los árboles con sus rebrotes
verdes, los arbustos que también empiezan a crecer, y al fondo, tras las
montañas… se intuye el mar.
Al otro lado, la
pequeña población de Ojén situada en un monte donde por muy poco no llegó el
fuego, y cuyos habitantes respiran hoy tranquilos.
Para
despedirnos, y antes de volver a casa, una foto de grupo para inmortalizar este
fin de semana, del cual hemos obtenido grandes experiencias, que seguramente no
olvidaremos y nos acompañarán más allá de este curso.
Cristina Domenech
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