El pasado 12 de Noviembre, José Fariña Tojo, Catedrático de Urbanismo y Ordenación del Territorio de la Universidad Politécnica de Madrid, participó en el coloquio "Ciudades Sostenibles, gobernanza y urbanismo responsables", celebrado en la Fundación EuroÁrabe en Granada. En su conferencia ofreció un punto de vista realmente interesante sobre el urbanismo, muy relacionado con el tema que estamos tratando en este blog. Resumo los temas más importantes que trató Fariña.
El urbanismo descontrolado ha fragmentado el territorio, expandiendo las ciudades en grupúsculos dispersos. La sociedad ha demandado vivir en el campo pero tener un hospital, un hipermercado o un centro comercial a 5 minutos de casa. Esto ha dado lugar a un modelo insostenible, con una gran dificultad para ser gestionado. Este modelo siempre termina beneficiando al inversor, como ha sucedido en la costa mediterránea, en la que Fariña afirma que se han ejecutado "verdaderas abominaciones urbanas". El planteamiento urbano establece parches para resolver problemas puntuales pero no configura una planificación completa que evite la aparición de nuevos conflictos.En cuando a la trama disgregada que presentan áreas metropolitanas como Granada, expone que no se debe construir ni un metro más, y rehabitar la ciudad. Un terreno fragmentado por un crecimiento descontrolado y aislado solo favorece la aparición de problemas puntuales desperdigados por una trama imposible de mantener bajo control.
Defiende que la legislación española favorece siempre a las inversiones privadas o de manos corruptas, al tener una interpretación variable, mientras que en otros países es tan clara, que las administraciones solo se tienen que preocupar de que se aplique correctamente y que "el lápiz del ejecutor no se salga de la línea que ha trazado el plan director". Esto sucede porque en España, política y urbanismo están demasiado mezcladas. Hay que desvincular a la clase política de la legislación urbana, ya que cada ayuntamiento busca su propio interés sin tener en cuenta al de al lado para hacer una política territorial y no local. Este condicionante es una de las causas de la fragmentación del territorio. En la legislación, las administraciones de cultura, medioambiente y urbanismo tienen que trabajar conjuntamente, y generar planes de desarrollo que "miren" hacia los próximos 30 o 40 años, y no con una vista del beneficio inmediato y a corto plazo, como se está haciendo ahora.
Fariña trata sobre la importancia que ha tenido el turismo en este desarrollo irregular y de alta explotación del territorio. De hecho, habla sobre el turismo como "la más insostenible de las actividades que se llevan a cabo en nuestro país, y del que dependemos en un porcentaje desmesurado. Un país que no produce, y que solo intenta vivir de la explotación turística del medio, está condenado al fracaso. El turismo coloniza de manera indirecta el territorio".Volviendo al ejemplo del litoral mediterráneo, esta incisión en el problema del turismo vuelve a poner de manifiesto la mala gestión urbanística que se ha hecho.
Para finalizar su exposición, reflexiona sobre la necesidad de volver al cultivo periurbano y regional para que "los tomates que nos comamos vengan, como mucho, del pueblo de al lado, y no de la otra punta de Europa, con el consiguiente derroche de medios necesarios para transportarlos". Hay que reeestructurar el territorio fragmentado y reforestar aquellas zonas que han sido deforestadas por culpa de la mala gestión territorial, a las que llama "zonas olvidadas".
Como reflexión personal, fue una conferencia brillante en la que Fariña expuso de manera breve pero clara y concisa las causas y los problemas derivados del urbanismo descontrolado y difuso, enfocado más a un enriquecimiento privado que a una buena gestión y administración del territorio. Los distintos puntos de vista desde los que estudia este tema tan complejo, y su relación directa del urbanismo con cultura y medioambiente, me hicieron pensar de manera inmediata que la reflexión que él planteaba era un compendio de todo lo que pretendemos tratar, comprender y desarrollar como trabajo a lo largo de estos meses en el curso.
Antonio Marín
